En los últimos días se viralizaron mensajes de audios de padres alertando sobre la creación de grupos de WhatsApp en los que sus hijos, menores de edad, eran incluidos. En los mismos, se difundían imágenes de contenido sexual como stickers y videos de pornografía, como así también imágenes con escenas en las que se abusaba de niños, niñas y adolescentes.

Ante esta situación, las denuncias radicadas ante la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual han impulsado una serie de medidas para lograr identificar a los posibles creadores y demás participantes.

Hasta el momento, y en base a las primeras medidas probatorias, el Ministerio Público Fiscal estableció que dichos grupos habrían sido creados y administrados por menores de edad. Sin embargo, la investigación continúa su curso para descartar precisamente que haya adultos encubiertos.

Cómo actuar en estos casos

En primer lugar, es importante que padres y madres de niños, niñas y adolescentes controlen los dispositivos de sus hijos para corroborar la existencia de algún grupo que llame la atención por su contenido. En caso de hallar ese tipo de material, es indispensable que los adultos responsables no borren el mismo como tampoco el grupo y se dirijan a la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual para radicar la denuncia. Es importante que lleven consigo el dispositivo de su hijo o hija para extraer la información necesaria para llegar a los responsables la distribución de este material.

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Recomendaciones

• Enseñarles a los menores a configurar la privacidad de las cuentas en redes sociales, aplicaciones de mensajería instantánea y chats de video juegos.
• No aceptar invitaciones a participar de grupos de manera indiscriminada, a los que puedan ingresar personas que son absolutamente ajenas al círculo de los menores.
• Explicarles a los niños, niñas y adolescentes la gravedad de la circulación de ese material. Es fundamental que sepan que se trata de un delito y que se encuentra reprimido con pena de prisión, que no resulta graciosa la difusión de material de contenido sexual en la que niños, niñas y adolescentes están siendo victimizados sexualmente por personas adultas.
• Dialogar con ellos y ellas para reflexionar juntos en relación a que ello también es un delito; que el material puede llegar a manos de niños de muy temprana edad que pueden verse afectados psicológicamente al tomar contacto con imágenes para las cuales no están preparados para ver ni entender su significación.
• Es clave tener en cuenta que en todos los casos los niños, niñas y adolescentes deben saber que antes de ser incorporados a un grupo de WhatsApp, se les debe solicitar su autorización, situación respecto de la cual los responsables a cargo deben estar al tanto, de manera que los menores no sean incluidos a grupos sin su respectivo y necesario consentimiento.