Vadillo reclama por la falta de castraciones: “Mendoza está desbordada de perros sueltos”

El dirigente del Partido Verde aseguró que la provincia atraviesa una crisis de sobrepoblación canina en las calles. También afirmó que el Gobierno dejó de aplicar las leyes de castración masiva.

Política06/12/2025Mendo HoyMendo Hoy
Perro callejero
Mario Vadillo asegura que la provincia atraviesa una crisis de sobrepoblación canina en las calles. Imagen ilustrativa. Foto: Pixabay.

El abogado, y dirigente del Partido Verde, Mario Vadillo, criticó al Gobierno provincial por la creciente sobrepoblación canina en Mendoza. Según afirmó, la provincia enfrenta “una crisis anunciada” por la falta de aplicación de las leyes que regulan el control poblacional de perros y gatos.

“Mendoza hoy tiene más perros en las calles que en los hogares”, señaló Vadillo quien acusó al Estado provincial de haber desatendido durante casi veinte años las normas que obligan a realizar esterilizaciones masivas y gratuitas. Según explicó, la Ley 7603 (sancionada en 2006) convirtió a Mendoza en una provincia no eutanásica, como sistema de contro poblacional, mientras que la Ley 8246 (aprobada en 2010) dispone un programa permanente de castraciones.

Mario-Vadillo

“Todo lo que hoy sufrimos estaba previsto y prohibido”, afirmó. “La ciencia es clara: la única forma efectiva de controlar poblaciones urbanas es con esterilización sostenida y extendida. No hay atajos, no hay magia, no hay excusa técnica”, agregó.

Para Vadillo, la raíz del problema no es social sino política. “En veinte años, ningún gobierno provincial implementó un plan que siquiera se acerque a lo que exige la ley”, sostuvo.

Riesgos sanitarios, ataques y jaurías

El dirigente afirmó que la sobrepoblación canina no solo afecta a quienes se ocupan del bienestar animal, sino al conjunto de la sociedad. Entre las principales consecuencias mencionó:

  • Perros que viven en la calle sin vacunación, lo que implica un riesgo sanitario.
  • Animales feralizados que pueden atacar a mascotas, fauna autóctona e incluso personas.
  • Formación de jaurías en zonas rurales, con pérdidas económicas y peligro para trabajadores.
  • Reproducción incontrolada que deriva en más abandono y mayor conflictividad.

“Cuando el Estado no hace castraciones, multiplica el abandono”, sostuvo Vadillo quien insistió en que "el problema seguirá escalando mientras no se establezca un programa masivo, sostenido y de alcance provincial".

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